En este último año hemos pasado más tiempo en casa debido al COVID-19, hemos descubierto que hay muchos aspectos en nuestros hogares que podemos mejorar. Queremos que nuestras casas estén más limpias, sean más seguras y nos ofrezcan un espacio de trabajo, pero también de bienestar y tranquilidad. Los fabricantes de electrodomésticos han tomado nota y han comenzado a desarrollar productos que pueden cambiar nuestras casas radicalmente en un par de décadas.
Asimismo, los electrodomésticos de hoy son muy distintos a los de nuestra infancia. Los primeros se crearon para el confort, luego para el ahorro energético, y ahora, ¿Qué se busca en un electrodoméstico del mañana? Tecnologías del futuro nos permiten soñar con robots que limpien y cocinen por nosotros, cuidando nuestra salud, economizando y respetando al máximo el medio ambiente.
Cabe destacar, que la crisis del covid-19 no ha tenido efectos dañinos en este mercado sino todo lo contrario. Que la mayoría de nosotros haya pasado más tiempo en casa nos ha hecho valorar más estos productos y las ventas de tecnología inteligente como bombillas, altavoces o cerraduras se han disparado.
También, empresas punteras en I+D nos prometen cosas como un aspirador robot bautizado, al que podremos llamar dando un par de pataditas en el suelo para que recoja las migas que se nos acaban de caer. Con tres toques lo mandaremos de vuelta a donde estaba. Otro aspirador cambiará su forma según lo que esté limpiando. Un robot nodriza despedirá cientos de pequeños robots voladores que se harán cargo de cualquier mota de polvo de muebles y suelos.
Tendremos muros que respiraran, dándonos aire limpio y aroma agradable. O muñequeras que harán lo mismo, alimentadas por nuestro movimiento. En el salón una bonita esfera decorativa purificará el ambiente. Un móvil llamado Coco al balancearse por efecto de imanes, se auto recargará y dejará el aire limpio con un agradable olor a. ¡coco, por supuesto!
¿Y la lavadora del futuro? Consume menos agua y jabón, o ninguno de los dos: lava con vapor o por vibración. Pequeñas y ligeras, se cuelgan de la pared, e incluso habrá una que consiste en un simple aro donde un pequeño tambor móvil ¡levita!, lavando con hielo seco. O un tipo acuario, con peces robot que se “comen” las manchas. Un armario mural tipo libro entre cuyas hojas colgaremos las prendas sucias, las dejará limpias y planchadas.
Los lavavajillas son pequeños, móviles, incrustarles en el fregadero, o como pequeñas cápsulas con un sistema para compostar los restos orgánicos, de lo más sostenible. Ya hoy huertos hidropónicos se hacen un hueco en la isla de la cocina o entre los muebles, dándonos verduras y aromáticas frescas y ecológicas.
Las marcas también saben que tras un año de pandemia los consumidores le damos más valor al hogar y a todo lo que tiene que ver con la salud, higiene y bienestar. El teletrabajo, las compras ‘online’ o las audiencias de los servicios de ‘streaming’ se han disparado, así que las nuevas propuestas tecnológicas buscan pescar clientes en este mercado en alza. Algunas son bastante delirantes, pero otras podrían implementarse en pocos años y ser parte de nuestra vida durante mucho tiempo.
En las casas del futuro habrá sistemas de almacenamiento instalados en un muro que dé al exterior, usando la energía del sol o del frío. Conservarán la comida recubriéndola con un aerosol de un derivado de las plantas que habrá en su superficie, y mediante el vacío, la aislarán. Al sacarla, el protector se retirará fácilmente y la misma máquina lo reciclará. Sabrá lo que falta, y se llenará automáticamente con pequeños robots que entrarán directamente a IZOZ, que así es como se llama este invento español autosuficiente tan ecológico.
Ojalá salgan pronto al mercado. ¿Cuál es tu preferido?